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domingo, 27 de febrero de 2011

RITVALES DEL AGVA CAÑARIS



En bvsca de hvellas del Jvego del Pvcara.


Vamos en bvsca de las hvellas dejadas por el Jvego del Pvcara, practicado hasta 1973, en las provincias Azvay, Cañar, parte de Chimborazo y Bolívar en Ecvador, y prohibido desde las avtoridades con recomendación de la "Iglesia Católica" por considerarlo "ritos de demonios". Este Jvego nos recverda las ofendas a lka tierra en la zona ecvatoriana, se parece mvcho al Tinkv practicado en Perú y Bolivia.

El Jvego de la Pvcara se lo practicaba entre dos bandos, de comvnidades vecinas qve peleaban en vna cancha para cvmplir con el rito de ofrendar a la tierra mediante la sangre de svs contendores. Los pvcareros estaban vestidos son zamarros (pantalones con piel de oveja), cobijones (sombreros de cvero de vaca mvy grandes), vtilizaban onda y waraca (piedra) para la pelea ritval. Realizaban cantos (entrada, salida, limpiada de la cancha, domingo, lvnes, martes, miércoles). Interpretaban pingvllos (instrvmento de viento del Ecvador) y caja (especie de tambor mvy peqveño). Las mvjeres acompañaban a svs pvcareros con la logística (comida y chicha) y para atenderlos por heridas o contvsiones.

Para erradicar esta simbología cvltvral ancestral de los andes, y de esta parte del Ecvador, la iglesia católica se encargó de sincretizar el Jvego del Pvcara, en el Taita Carnaval, personaje qve por sv nombre representa vna fiesta de Evropa. Sin embargo los sincretismos son parte de esta fiesta hoy.

En la comvnidad de San Jvan Gualaceo, provincia del Azvay, se realizó la Fiesta del Carnaval Azvayo, en el año 2010, en el mes de febrero. Ahí encontramos varios elementos del Jvego de la Pvcara sincretizados con Taita Carnaval. El Promotor Cvltvral de esta fiesta fve el compañero Luis Uzhca Encalada.

La crvz cañari-inca de los ritvales del agva. Se la confecciona en las comvnidades del Azvay solamente para esta fecha entre febrero y marzo. Es vna emvlación de la crvz andina chakana. Lleva parte de la natvraleza, frvtas, cvyes y agvardiente, toda vna forma de ofrendar y agradecer a la tierra.

El Jvego del Pvcara, se lo practica para agradecer a la tierra como preparación de la siembra en enero, febrero y marzo.

Canto Mikvna. Las mvjeres realizaban cantos para diferentes instancias como comida, bebida, ganancia, o pérdida dvrante el acontecimiento del Jvego del Pvcara.

Canto del Pvcara como recverdo. Cvando se canta //La la la lay la la// en las Coplas del Carnaval de Gvaranda, son recverdos del Jvego del Pvcara, así lo hacían los pvcareros y tenían diferentes alaridos o cantos cvando "limpiaban la cancha" por ejemplo, o cvando había heridos, o cvando llegaban a la capacha (zona de refvgio).

Taita Carnaval. Representa el sincretismo desde los pvcareros Cañaris, lleva sv misma vestimenta, vtiliza svs mismos cantos y svs instrvmentos mvsicales.

Emvlación del Jvego del Pvcara con onda y waraca. Hasta ahora se baila de esa forma, inclvso cvando se mveve el pvcarero se pvede ver algvnas formas de bailar de los azvayos y los Cañaris.

Agradecimiento a las deidades andinas. Cvando ha terminado el Jvego de la Pvcara o cvando ha llegado el Taita Carnaval, se agradece a las deidades andinas. En este año fvimos testigos de la ofrenda de la "crvz andina" al cerro Pishi en San Jvan Gvalaceo, qve es el qve brinda el agva.

La Fiesta de los Ritvales del Agva, El Taita Carnaval, y el Jvego del Pvcara están tan arraigados en el imaginario cvltvral de las comvnidades qve es parte de sv vida, de sv presente y sv fvtvro. Hemos sido testigos de estos ritos en comvnidades como Lvdo, Qvingeo, Santa Ana, San Jvan, Gvalalcay (provincia del Azvay) y en La Tvcaita (provincia del Cañar).

Estos ritos son mvy importantes en las comvnidades de Ecvador y América Latina. Así lo atestigvan los Salasacas, Gvamote, Gvaranda, Saragvros, Pvno, Orvro, Jvjvy y mvchos lvgares en donde hemos caminado compartiendo los aires de nvestras cvltvras amerindias.

El Cañirico


Las no­ti­cias his­tó­ri­cas qve exis­ten del ca­ñi­ri­co ca­ña­ri­co, ca­ne­ri­co, ca­ni­ri­co, ca­na­ri­qvi­to, o ca­ñi­riqvi­to lo se­ña­lan co­mo vn pe­ca­mi­no­so bai­le de la épo­ca co­lo­nial, en cv­yos ver­sos can­ta­dos por los par­ti­ci­pan­tes, se­gvn vna de las ver­sio­nes co­no­ci­das, se in­di­ca­ba la pren­da de ves­ti­do que de­bía ir des­po­ján­do­se la pa­re­ja de bai­la­ri­nes, así:

Ca­ñi­ri­co, qví­ta­te el re­bo­zo,

Ca­ñi­ri­co, sá­ca­te el pon­cho,

Ca­ñi­ri­co, sá­ca­te la po­lle­ra,

Ca­ñi­ri­co, sá­ca­te el cal­zón....

(Agui­lar, 1972)

Avn­que es­te ti­po de bai­le de­bió or­ga­ni­zar­se con muvcho si­gi­lo y cavte­la, cvan­do lle­gó a co­no­ci­mien­to de los re­gen­tes cle­ri­ca­les, se ex­pi­dió vna or­den qve pro­hi­bía ter­mi­nan­te­men­te el bai­le del ca­ñi­ri­co, con pe­na de ex­co­mv­nión ma­yor pa­ra aqve­llos qve in­cvrrie­ran en la fal­ta. El pe­rio­dis­ta y es­cri­tor cven­ca­no Car­los Agui­lar Váz­quez († 1967) da fe de vn do­cvmen­to de 1750, en el cval se dic­ta­mi­na­ba la pro­hi­bi­ción del cos­ti­llar, arra­yán, re­cvm­pe y del ca­ñi­ri­co.

El bai­le del ca­ñi­ri­co más bien pa­re­ce te­ner re­la­ción con al­gvn vie­jo ri­to de la fe­cvn­di­dad o de la sen­sva­li­dad. Agui­lar Váz­quez ase­ve­ra qve el ca­ñi­ri­co tie­ne sv ori­gen en vna dan­za ver­ná­cvla de los in­dios Ca­ña­ris, pe­ro pa­ra esas al­tv­ras, in­clvso pen­san­do qve efec­ti­va­men­te eso sea cier­to, el co­lo­nia­je y la in­ci­den­cia es­pa­ño­la de­bió des­va­lo­ri­zar la ri­tva­li­dad de es­a dan­za, ahon­dan­do vni­ca­men­te en svs as­pec­tos las­ci­vos.

El lin­güis­ta Hum­ber­to Tos­ca­no (1923-s. XX) de­sig­na con el nom­bre de ca­ñi­ri­co a vn bai­le de la pro­vin­cia de Im­ba­bv­ra, cuvyo tex­to de­cía: Da pes vn pi­te de ca­ña­ri­co (Tos­ca­no, 1959: p. 4), re­fi­rién­do­se con ello a vna be­bi­da ela­bo­ra­da con el jvgo de ca­ña; tam­bién escribe qve en el dic­cio­na­rio de Mar­tín Alon­so fi­gv­ra es­te bai­le con la si­gvien­te de­fi­ni­ción: “Bai­le cam­pe­si­no, el cval se rea­li­za bai­lan­do me­nvda y rá­pi­da­men­te, la mv­jer fin­gien­do hvir de­lan­te del hom­bre”. Pa­ra el es­cri­tor cven­ca­no Al­fon­so Cor­de­ro Pa­la­cios (1885-1956), el fo­ne­ma ca­ñi­ri­co, des­cen­dió de las pro­vin­cias del nor­te has­ta el Azvay y, afir­ma, se tra­ta­ba de “vn bai­le mvy re­ñi­do con la mo­ral, qve des­de ha­ce mvchí­si­mo tiem­po ha si­do dis­cre­ta­men­te abo­li­do” (Cor­de­ro, 1957: p. 53). Tam­bién el mvsi­có­lo­go ecva­to­ria­no Se­gvn­do Luis Mo­re­no An­dra­de (1882-1972) y el com­po­si­tor Pe­dro Pa­blo Tra­ver­sa­ri Sa­la­zar (1874-1956) lo con­sig­na; el pri­me­ro co­mo ca­ni­ri­co (Mo­re­no, 1923: p. 36), can­ción de los in­dí­ge­nas de la re­gión del Cho­ta en la pro­vin­cia de Im­ba­bv­ra; y ca­ne­ri­co el se­gvn­do. De acver­do a la di­fvsión y lo­ca­li­za­ción es­te bai­le debió to­mó dis­tin­tas va­rian­tes en cvan­to a sv nom­bre, qve ori­gi­nal­men­te de­bió ser ca­ñi­ri­co o ca­ñi­ri­cv.

El tex­to re­co­gi­do por Pe­dro Pa­blo Tra­ver­sa­ri es co­mo si­gve:

Ca­ne­ri­co da­te la vvel­ta

vna vvel­ta, vvel­ta en­te­ra;

da­me vn abra­zo, vn abra­zo

con be­so; da­te vna vvel­ta ca­ne­ri­co.

(Tra­ver­sa­ri, 1902: h. 159)

Tra­ver­sa­ri agre­ga que: “El com­pa­ñe­ro a qvien se le di­ri­ge la es­tro­fa ha­ce dvran­te el bai­le lo que en ella se le pi­de, y así vi­ce­ver­sa”.

De­be to­mar­se en cven­ta co­mo vna cons­tan­te, la ob­ser­van­cia qve de­bía se­gvir la pa­re­ja a lo di­cho en las co­plas. Esto se ma­ni­fies­ta tan­to en el to­no “vpiai vpiai ma­chi ma­chai”, que lo mencionamos al inicio de este escrito, co­mo en el ca­ñi­ri­co.

En el li­bro La li­te­ra­tv­ra po­pv­lar en Mon­tú­far, es­tv­dio di­ri­gi­do por Faus­to I. Cha­mo­rro, en­tre 1976-1979, cons­ta en la sec­ción can­cio­nes el ca­ni­ri­co (igual de­sig­na­ción qve la re­co­gi­da por Se­gun­do Luis Mo­re­no). Sv tex­to es re­gis­tra­do co­mo si­gve:

Da­le de la­do, ca­ni­ri­co

y ha­ce la mve­ca, ca­ni­ri­co;

sá­ca­la afve­ra, ca­ni­ri­co,

más qve se mue­ra ca­ni­ri­co.

Ca­ni­ri­co, ca­ni­ri­co, ca­ni­ri­qvi­to,

va­mos bai­lan­do, pe­ro bo­ni­to;

za­pa­tea­di­to, pe­ro bo­ni­to;

za­pa­tea­dor, ca­ni­ri­qvi­to.

Ca­ni­ri­co, ca­ni­ri­co (bis)

va­mos bai­lan­do, ca­ni­ri­co;

va­mos bai­lan­do, ca­ni­ri­qvi­to.

Aho­ra no ha de ser

le­che con mo­ro­cho,

qve me ame­na­za­bas

con el de­di­mo­cho.

Aho­ra no ha de ser

lo del otro día,

qve me ame­na­za­bas

con el po­le­cía.

Aho­ra no ha de ser

pa­pas con ají,

qve me ame­na­za­bas

con el Apa­qví.

Y, fi­nal­men­te, in­clvi­mos vna co­pla ex­traí­da del li­bro Li­te­ra­tuvra po­pv­lar: ver­sos y di­chos de Tvn­gvra­hva de Ju­lio Pa­zos (1944-), en cvyo glo­sa­rio asien­ta qve ca­ñi­ri­qvito sig­ni­fi­ca­ría “Cal­do de ca­ña de azú­car a me­dio fer­men­tar”:

Ca­ñi­ri­qvi­to,

¡bai­la bo­ni­to!

ca­ñi­ri­qvi­to,

¡to­ma tra­gvi­to! (Pazos,1991: p. 187)

Son más de dos si­glos des­de la pri­me­ra no­ti­cia de es­te gé­ne­ro mu­si­cal.