Una momia cañarí que está echada de espaldas, con las piernas ligeramente flexionadas y que aún conserva algo de su cabello largo y ondulado, mereció la curiosidad de alrededor de 300 niños.
Según los investigadores Karen O. Bruhns y Nancy L. Kelker, en su obra Faking the Ancient Andes (2010), el cuerpo de esta momia –posiblemente femenino a juzgar por el largo de su cabello- está cubierto de un uncu (camisa de hombre de estilo antiguo) de textil basto y con fajas. Este vestido pudo haber sido un regalo de despedida ya que las mujeres cañari no usaban ropa masculina de este tipo sino que empleaban faldas dobladas y shales.
Diego Sulca Caguaco, de seis años de la escuela San Francisco de Quito, emocionado por estar en el museo dijo que está dibujando lo que vio en el museo. “(También ) jugamos y nos hicieron ver una película antigua. Me siento muy feliz por venir. Es la primera vez que entro a un museo».
Emiliano Guerrero, de 6 años, les decía a sus compañeros: «Me siento feliz, estoy conociendo más amigos y aprendí a dibujar vasijas, qué pleno que ha sido el museo».
El Ministerio de Cultura y Patrimonio brinda apoyo a estas colonias vacacionales mediante visitas a los diferentes museos. Las actividades conjuntas buscan ampliar la participación y democratización de los servicios públicos.
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