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martes, 2 de mayo de 2023
La yanushca, ancestral e histórica comida Cañari
domingo, 8 de enero de 2023
Un juego lúdico con la historia de Sígsig
En siete meses se elaboró “El Secreto de la Huaca”. Se necesitó de investigaciones de campo y bibliográficas para continuar con el diseño e impresión.
Los símbolos de la cultura cañari como Chunukari (Sol de Oro), Guacamaya junto con la Corona del Cacique Duma y la imagen de la Serpiente sirven como avatars en forma de fichas para utilizarlos en una especie de monopolio. Se trata del juego de mesa denominado “El Secreto de la Huaca” que revive la historia, cultura y tradiciones del cantón Sígsig.
El juego lúdico surge como un proyecto de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) Núcleo del Azuay con el respaldo de la municipalidad del Sígsig y el Gobierno Provincial del Azuay. Los niños, jóvenes incluso los adultos lanzan los dados para saber cuántos casilleros deben avanzar con sus avatars en el tablero.
Según el casillero donde se ubiquen tendrán -en base a tarjetas- que responder ciertas preguntas relacionadas a este cantón nororiental de la provincia y también corren el riesgo de retroceder algunos casilleros para nuevamente avanzar hacia la meta. Así acumularán la mayor cantidad de puntos para ganar el juego.
El tablero se caracteriza por ocho estaciones de lugares íconos del cantón. Estos son atractivos como: Complejo Arqueológico Chobshi, Zhabalula, Fortaleza del Cacique Duma, Cueva Negra, la Plaza de los Danzantes, Laguna de Kingor, Playa de Zhingate y las oficinas de la extensión de la CCE Núcleo del Azuay en Sígsig.
Investigación
Ismael Chacho, coordinador de proyectos en los cantones por la CCE Núcleo del Azuay, comentó que el juego es resultado de una exhaustiva investigación de campo en los lugares con las comunidades cercanas a Chobshi. Además, se consideraron tesis de pregrado de historia y cultura del Sígsig, comunicaciones de prensa, entre otros documentos.
La inversión asciende a unos 10 mil dólares, pero si se da valor al trabajo investigativo porque el diseño e impresión bordeó los tres mil dólares.
Este proyecto tiene como propósito que, principalmente los estudiantes cuenten con una actividad extra curricular para descubrir los orígenes del cantón. De esta manera brindar una alternativa para disminuir el uso del celular y otras tecnologías como la única forma de entretenimiento.
De su parte, Geovanni Vásquez, director de Planificación Estratégica del Municipio, comentó que tras la entrega de los primeros 100 juegos a los estudiantes se prevé una segunda y tercera entrega desde febrero hasta abril de 1.100 juegos más para llegar en un inicio a todos los niños y jóvenes de la cabecera cantonal.
La CCE Núcleo del Azuay ampliará posteriormente la entrega de estos juegos en las parroquias y comunidades del cantón. Sígsig.- (BPR)-(I)
Detalles
19 preguntas se consideraron para el juego sobre la historia, cultura y atractivos del cantón. Si las respuestas son correctas acumulan los puntos.
– Los estudiantes de la cabecera cantonal recibieron en diciembre pasado 100 juegos de “El Secreto de la Huaca”. La entrega fue en un evento especial con la presencia de las autoridades y representantes barriales.
Frase
“El juego es un monopolio cultural e histórico que se compone de avatars, tarjetas, tablero e incluso una libreta para anotar los puntos obtenidos. Se juega hasta entre cuatro personas”
Fuente
miércoles, 13 de julio de 2022
miércoles, 1 de diciembre de 2021
LA GUERRA CAÑARI-INKA: PARTE I
La importancia estratégica de la región cañari fue aprovechada desde tiempos prehispánicos, mediante guerra de guerrillas, táctica cañari empleada al inicio de la guerra cañari-inka, como nos refiere Udo Oberem en su artículo “Los Cañaris y la Conquista española de la Sierra ecuatoriana: Otro Capítulo de las Relaciones Interétnicas en el siglo XVI”. Los cañaris que no pactaron con Túpac Yupanqui, se replegaron hacia el norte, combatiendo en el ejército confederado que dio dura guerra a los ejércitos inkas. Los cañaris, al inicio de la invasión inka, necesitaron pocos soldados para dar golpes de mano entre Oña y Cañaribamba, causando gran desgaste moral en el ejército inka.
El testimonio de Don Francisco
Vilcacutipa, curaca de Ilave, recopilado en la crónica de Garcí Diez de San
Miguel, nos in vita a estudiar esta parte de la historia: “Era de edad de cien
años y que es cacique desde antes que muriese Guainacava [Huayna Cápac] cuando
fue a pelear con los indios de Tomebamba [Cañaris]… y que la dicha Guerra duró
veinte años… De toda la provincia de Chucuito dieron una vez al Ynga para la
guerra de Tomebamba donde este declara fue con él seis mil indios, y destos
murieron en la guerra los cinco mil y todos los caciques salvo dos y no
volvieron más de mil indios”…
En la guerra cañari-inka el
ejército de Pachacutec y Túpac Yupanqui se llevó una desagradable sorpresa. En
tiempos de paz, los cañaris se dedicaban a diferentes actividades (agricultura,
orfebrería, textiles, arquitectura, entre otras cosas). En tiempos de guerra
eran fieros guerreros. A decir de Jacinto Aguayza: “lucharon por su libertad”.
Estos acontecimientos provocaron
en las fuerzas de Pachacutec y Túpac Yupanqui un avance lento, lineal
(Saraguro-Guapondélig (la Tomebamba de los inkas, la Cuenca
colonial)-Ingapirca-Achupallas) y hostigado. Las condiciones culturales
(cañaris del Urin Saya que no reconocieron el pacto de Dumma, cacique de
Guapondélig –Tomembamba de los inkas- con Túpac Yupanqui), geográficas y
climáticas, no permitieron un avance inka hacia los flancos oriental y
occidental de la nación cañari. Las dificultades de atravesar este territorio
las describen en sus apuntes de campo el quiteño Carlos Montufar y Larrea, y
los naturalistas europeos Alexander Von Humboldt y Aimé Bonpland (1-4 de julio
de 1802).
Mario Garzón Espinoza, en su
libro “Cañaris del Sur del Ecuador, y Mitmaq Cañaris del Perú”, anota lo
siguiente:
“Finalmente Túpac Yupanqui, luego
de establecer su dominio y subordinación a hanansayas y urinsayas cañaris,
estableció su residencia en Tumipamba [Tomebamba], ubicada en el sur de la
región cañari… A Túpac Yupanqui se le atribuye como el iniciador de la
construcción de la ciudad de Tomebamba”.
Lynn Hirschkin, en su artículo
“Cañar Incásico”, concuerda con el criterio de Garzón y agrega: “su hijo Huayna
Cápac, nació allí”. José Alcina F., en su artículo “Los indios Cañaris de la
Sierra Sur del Ecuador”, dice que no fue Túpac Yupanqui, sino su hijo Huayna
Cápac, quien “edificó Tomebamba como una réplica del Cuzco”.
Tomado de: Alfonso Patricio
Reinoso Gaguancela, «El Qhapaq Ñan: la historia del Cañar a través de un camino».
Ministerio de Cultura y Patrimonio. Azogues, Ecuador, 2017.
jueves, 4 de noviembre de 2021
Cacique Duma revive en Ecuador y reclama a Londres su Corona
Seis siglos después, los habitantes de esta región, cuyos ancestros son los kañaris, una de las nacionalidades más antiguas de Ecuador (su presencia data de hace 12.000 años), buscan rescatar su historia, recobrando una corona de oro de Duma.
Ahora es parte de las colecciones de arte del Royal Collection Trust, fundación benéfica establecida en 1987 por la reina Isabel II de Reino Unido para administrar la colección real, y que posee una de las colecciones de arte más importantes del mundo.
En 1862, la corona fue obsequiada a la reina Victoria de Inglaterra por el entonces presidente ecuatoriano Gabriel García Moreno, con la intención de convertir a Ecuador en un protectorado inglés.
En su rescate
Varias organizaciones, encabezadas por el prefecto de la provincia de Azuay, Yaku Pérez, el alcalde de Chordelec, Carlos Sukuzhañay, y el alcalde de Sígsig, Pablo Uyaguari, reclamaron en junio al Royal Collection la devolución de la pieza.
El pedido es apoyado por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), que agrupa a organizaciones de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y la Federación Kañari de Azuay.
"La adquisición de nuestra corona por su museo es el resultado de un proceso colonial de despojo, epistemicidio, memoricidio y genocidio", dice el pedido a la Royal Collection, al que tuvo acceso Sputnik. "No puede ser tratada como un trofeo colonial (…) ni ser expuesta ni degradada en un museo".
Por la demanda de los azuayos no fue presentada a una Corte; el pedido oficial fue canalizado a través de correos electrónicos enviados a directivos del Royal Collection Trust, mediante documentos físicos remitidos a la sede de la Embajada Británica en Quito y también enviados a la legación ecuatoriana en Londres.
Hasta el momento, la crisis generada por el COVID-19 impide a los demandantes acudir personalmente a las instancias internacionales a gestionar el requerimiento.
A la espera
El pedido aún no tiene respuesta oficial. "Entiendo la demora porque el Reino Unido, igual que el resto del mundo, se encuentra en emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19", comenta a Sputnik el prefecto del Azuay.
Pérez, abogado de 51 años, no descarta presentar un reclamo ante la oficina de Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, e incluso piensa acudir a tribunales la Corte Internacional de Justicia.
"La lucha puede ser larga, pero estamos seguros de que tendremos la corona de vuelta en nuestra tierra, donde debe estar", dice a Sputnik el alcalde de Sígsig.
Uyahuari añade que la corona es parte de la historia y de la esencia de los azuayos.
El optimismo por recuperar la corona se basa en el hecho de que pertenece a un pueblo ancestral.
Los demandantes esperan que el derecho internacional les dé la razón, considerando la figura legal del despojo, pues para que se regale la corona no hubo consentimiento del pueblo kañari.
"Todo lo que fue tomado de nuestros abuelos y territorios es parte del saqueo colonial y tiene que ser devuelto como parte del reconocimiento de los derechos humanos universalmente aceptado y reconocido por el Sistema de Naciones Unidas y de libre determinación de los pueblos originarios", dicen los peticionarios.
Ajena a los reclamos, la corona dorada permanece en Londres.
En 2012 fue parte de la muestra Tesoros de los Palacios de la Reina presentada en Edimburgo, Escocia, para celebrar los 60 años de la entronización de Isabel II.
La reliquia fue una de las estrellas de la exposición, formada por un centenar de objetos exhibidos entre marzo y noviembre de ese año en la sala The Queens Gallery del palacio de Holyroodhouse, residencia oficial de Isabel II en Escocia.
La cueva negra
Chobshi es una comunidad de unas 60 familias, muy conocida porque en estas tierras, en la denominada "Cueva Negra", se han encontrado vestigios del origen del hombre en Sudamérica.
La comunidad es parte del cantón Sígsig, muy conocido por el turismo y sus artesanías.
En Sígsig, alrededor de 1.500 campesinas que viven en las comunidades de la periferia confeccionan los icónicos sombreros de paja toquilla, también conocidos como "sombreros Panamá", que han dado la vuelta al mundo y son famosos, sobre todo, en Europa y Estados Unidos.
Si la corona retorna a Ecuador irá a un complejo arqueológico que el alcalde Uyahuari planea construir alrededor de la fortaleza de Duma.
Según dijo a Sputnik el historiador Jorge Núñez, la joya tallada por indígenas kañaris es una pieza de gran interés histórico y patrimonial, dado que permite rememorar el trabajo con metales preciosos en la época precolombina.
Nuñez enfatiza que la devolución de la corona constituiría un acto de reparación y de justicia para los pueblos indígenas.
Primer paso
"La corona tiene un valor histórico, político, ideológico. No se puede permitir que siga en Inglaterra", dice Yaku Pérez.
Recuperar la corona es solo un primer paso en la reparación histórica que buscan los azuayos.
Los demandantes están conscientes de que el proceso puede durar muchos meses, pero no les importa.
Según Pérez, posteriormente buscarán recuperar los quipus, cuerdas de lana o algodón de diversos colores, provistas de nudos, que eran utilizadas por las civilizaciones de los Andes sudamericanos como un sistema de contabilidad y de almacenamiento de relatos épicos de los Incas difuntos.
Los quipus, que pertenecen a los pueblos preincaicos y precolombinos, están en muchos museos de Europa; Pérez dice que unos pocos están en Lima y en Ecuador no queda nada.
Ruinas de Duma a recuperación
Luego de detectar algunos problemas en el complejo arqueológico de Chobshi, ubicado en el cantón Sígsig, el INPC y el Municipio darán mantenimiento emergente al castillo.
El complejo arqueológico de Chobshi, compuesto por el Castillo de Duma, la Cueva Negra y las ruinas de Shabalula, fueron visitados por personal del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC y miembros del GAD de Sígsig.
Durante el recorrido efectuado esta semana, los expertos detectaron que los líquenes, musgos y el monte son el problema más grande, pues se están adhiriendo a las rocas. Además, visitaron la cueva y Shabalula.
Ambas instituciones decidieron iniciar el mantenimiento emergente en el castillo. Con mano de obra del GAD y asesoría del INPC, harán la limpieza hasta el 15 de diciembre.
El director del INPC regional 6, Patricio Zamora, comentó ayer que empezarán retirando la maleza más grande, para después proceder al microdesmalezamiento. “Para eso tendremos que capacitar al personal”, detalló.
Hasta el mes de marzo tienen planteado la recuperación total del castillo.
Por su parte, el director de Cultura del Sígsig, Mauricio Pesántez, agregó que también se limpiará las caminerías del lugar y tienen planificado involucrar a la comunidad y a los estudiantes para lograr la protección del lugar.
Zamora y Pesántez coinciden en que este nuevo proyecto no solo pondrá en valor la reserva arqueológica de Chobshi, sino que también servirá para mejorar los ingresos económicos en el sector y en el cantón Sígsig.
Hernán Cabrera, quien es guía de turistas, amante de las culturas ancestrales y miembro de la Asociación Comunitaria de Chobshi, denunció el abandono de las ruinas por más de dos años, pero nadie le tomaba en cuenta.
Explica que se trata de un castillo de antes de 1450 y donde lideraba Duma, el primer cacique cañari. El castillo, asegura Cabrera, es la construcción cañari más grande que existe en el país.
“Se trata de una unidad constructiva”, que tiene una dimensión de 115 metros de largo por 22,80 metros de ancho, fabricada con más de 23.500 piedras volcánicas que fueron colocadas una encima de otra y fijadas con tierra húmeda”. Además es el corazón del complejo arqueológico.
Expertos investigan restos arqueológicos de un posible asentamiento Cañari en Chipoloma