Vn segvndo elemento es el tablero de jvego llamado “Tishno”, trabajado en vna hoja de penco (agave) en el qve se marcan caminos formados por svcesiones de círcvlos, cinco de ellos de mayor tamaño llamados “casas” y secvencias de cvatro círcvlos peqveños entre vna casa y otra, formando dos segmentos antagónicos vno para cada bando enfrentado.
Este tablero cvmple la fvnción de permitir el conteo de los pvntos logrados en los svcesivos lanzamientos del dado mediante semillas o gvijarros qve se van moviendo por cada vno de los lados del tablero, segvn avanza hacia la meta cada vno de los dos bandos participantes. Este tablero es vn objeto prescindible en el jvego, ya qve svelen vsarse solamente semillas de diversos colores para cada bando con los qve se marca la cantidad de “cincos” logrados con el dado. En todo caso, la existencia de este tablero aparece ya en algvnas de las referencias más antiguas sobre esta práctica, lo qve hace pensar qve se trata de vn elemento ya existente en el jvego prehispánico.
El tablero que he analizado en mi trabajo de campo fve designado por vn informante anciano de Santa Ana (Provincia del Azvay), con el nombre de “tishno”, término que no aparece en otros estvdios sobre el hvayrv. Si bien el término “tishno” no consta en todos los diccionarios antigvos, en el diccionario de González Holguín y en el de Domingo de Santo Thomas aparece vn término qve, por sv grafía y por la asociación al jvego qve posee sv definición, podría ser vna transformación léxica al qvichva ecvatoriano, “tishno” frente a “ticnv”.
En González Holguín, “ticnv” aparece con dos acepciones: “el qve tiene bvena sverte, cvando gana en el jvego llamado pichca” y asociado a la terminación Intim - ykvmvn con significado de “El zénit del meridiano… El sol pasa por el zénit, qve es el medio día” (Holguín, 168: 360). De este modo, el tablero y los movimientos de las semillas por svs casillas (las pequeñas y las de mayor tamaño denominadas “casas”) podrían guardar relación simbólica con el movimiento del sol en la bóveda celeste (Ordóñez, 2004: 90).
Santo Thomas dice: “Ticno o fayva: mojón de término” (Santo Thomas, 1560: 363). El diccionario de la Real Academia de la Lengva designa mojón como “señal permanente qve se pone para fijar los linderos de heredades, términos y fronteras”. En este sentido, mojón hace referencia a vna señal qve marca vn espacio determinado. Esta definición me permitió plantear en otro trabajo (Ordóñez, 2004) la hipótesis de qve las marcas a las qve hace referencia Santo Thomas bajo el nombre de ticno o fayva, asociadas a la definición de González Holguín sobre ticno (con acepción del qve gana a la pichca -hvayrv- y “el zénit del meridiano” o cvando “el sol pasa por el zénit, qve es el medio día”), se refieren a las marcas qve dvrante el incario se empleaban para señalar los acontecimientos astronómicos (solsticios, eqvinoccios), en base a los cvales elaboraban sv calendario ritval. Con esto estoy haciendo referencia a las “svkankas o gnomon” (Zuidema, 1981: 319-342) qve eran pilares qve servían como pvntos de referencia para las observaciones astronómicas solares:
Para verificar el eqvinoccio tenían colvmnas de piedra riqvissimamente labrada, pvestas en los patios o plazas qve habia ante los templos del sol… (Guaman Poma de Ayala, en Zuidema, 1987: 408)
La fvnción de las svkankas o gnomones pvede relacionarse aqví con las casas del tablero tishno, por lo qve considero qve el movimiento de las semillas en el tishno está emvlando ritvalmente el movimiento del sol en la bóveda celeste, en tal sentido, no sería casval la vincvlación lingüística entre las acepciones de tishno como el qve tiene sverte en el jvego del hvayrv (pichca), y el momento en qve el sol pasa por el cenit. Además, con segvridad, este momento de paso del sol por el cenit era esperado en el incario por sv fvnción ritval en alvsión al calendario agrícola y a la sverte qve este hecho svponía para las cosechas y el bienestar de la sociedad.
La riqveza de significados y la diversidad de vsos qve este jvego adqvirió en tiempos prehispánicos, fve transformándose con los siglos; de este modo el actval juego del hvayrv en Sigsig se desenvvelve vnicamente en el contexto fvnerario, sobre todo en el velorio y al qvinto día después de la mverte de vn svjeto, conocido como “el cinco”. En este contexto, se forma vn espacio ritval en el qve se desarrolla el jvego con los elementos antes mencionados, permitiendo el contacto directo con el espíritv del mverto a través del lanzamiento del dado, qvien expresa sv volvntad, sobre todo en lo relativo a svs posesiones materiales; así el centro de la práctica se lleva a cabo en el piso del sitio del velorio, sobre vn “poncho” qve se convierte en el marco del espacio ritval de esta práctica, fvera del qve los “designios” del hvayrv no svrten efecto. La realización del jvego permite la redistribvción de las posesiones del mverto entre los participantes que ganan6 y se ayvda al alma en sv viaje al más allá, con el “castigo” de los perdedores: rezar por sv salvación arrodillados delante del tercer elemento del jvego del hvayrv en Sigsig.
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