El pueblo Cañari, que como los Nahuas, que se llamaban los hombres de la raza de la serpiente, creían descender de una culebra grande que se ocultó y se ahogó en una laguna, laguna que para González Suárez está ubicada al pie del cerro Fasayñán y que es la denominada Zhinzhan o Ayllón.
“Los Cañaris se creían descendientes de una culebra, grande y misteriosa, la cual finó sumergiéndose ella misma voluntariamente en una solitaria de agua helada, que se halla sobre el actual pueblo de Sígsig, en la cordillera Oriental de los Andes....
Esta laguna era, para los Cañaris, un lugar sagrado y un santuario; y en ofrenda a la culebra que les había dado el ser, acostumbraban arrojar al agua figurillas pequeñas o idolillos de oro”.
La imaginación popular ha creado muchos mitos y leyendas sobre esta laguna como aquella de que la culebra progenitora no ha muerto y que sobrevive en las profundidades de la laguna, defendiendo sus tesoros y que cobra con la vida de quienes intenta secar sus aguas para sacarlos.
Así se explican la muerte de Ayllón quien , intentó desaguar la laguna para sacar los tesoros y pagó con su vida el intento, aunque, paradójicamente, ganó inmortalidad, porque desde entonces la laguna lleva su nombre.
Dicen que la misma suerte corrió el helicóptero con un grupo de investigadores que sobrevolaban las aguas del lago con intenciones de descubrir sus misterios y fueron tragados por la laguna que de pronto se embraveció.
Es importante poner a consideración un informe arqueológico sobre la exploración que se realizó a la laguna de Ayllón realizado por la fundación Weeden, la misma que se suspendió en el año 1999 justamente por el accidente que sufrió el helicóptero que transportaba a los científicos exploradores de la misión, informe que está publicado en la revista Alcacay del cantón Sigsig de abril de 2004 y cuyo contenido lo damos a conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario